lunes, 17 de mayo de 2010

EL GRAN LIBRO DE MI FE

PrOfESÍAs PLEGARIAS MITOS Y ORACIONES








“Santo poeta risueño
Llenas el cielo de espejos
Y el suelo de grillos.”

“Cartera rota la tuya
Que llora historias azules”
(Moni G.)


















YO

Yo he nacido.
Yo he nacido y caen
Frutos cuando quiero,
Un día de llantos
O de embarazos de plumas.
Soy el sol
Si encuentro tristes
Los silencios.
Soy el amor,
O soy el muerto,
Si queda algo de frío
Entre los nombres.
¿Me has visto dudar
Cuando te miro?
Mi pensamiento es el edén
De mi fantasmagoría
Y contradictoria sombra.
Ahí permanezco incólume
Estén donde estén
Mi sombra, mi agua, y mi gloria.











LA VIDa por el arte

El poema no se embarra.
No salva la risa
De un naufragio de hambre.
El poema no desinfecta
ni cicatriza.
Ahora hay papeles
Y firmas que se humedecen.
Ahora hay cenizas y huesos
El poema no acaricia
No desea, no besa.
Y el amor se salpica
De sangre profana hasta los rezos.
Ahora hay gritos
Que dicen cómo,
Que alardean,
Que amamantan,
Que envidian muerte.
El poema tamiza
Aunque se infiltra en todo…
Es en medio
De la niebla, y la profecía.
Es entorno
De lo impoluto, y lo impúdico.
Es parcial,
Cuando hay más oasis de cielo,
Que lluvias confusas,
Y cárceles reales,
Con sueños
Con barro;
Con firmas,
Con hambre.





















CORderO QUE TRAES
(...)
"Dentro de tus llagas, escóndeme."
(...)
San Ignaciuo de Loyola

Y cuando el cordero
De la séptima metáfora
Bale su última parábola
Entonces balaremos
Al unísono los hombres
Las mujeres y los lobos
Apretando el puño del alma
Y habrá danza.

Y cuando el pastor
Como viento seduzca
Nuestros cencerros,
Miraremos un nuevo sol
Hacia el poniente
El último y primer resplandor
Del establo.

Y descenderá
Ingrávido y monumental
Por las escaleras plateadas del cielo
Trayendo estrellas de Belén
Camellos y pastores.
Traerá bajo el brazo un baúl
Y sabremos qué poner en él
cuando el artista del mundo sonría.
Traerá un diccionario
Y sabremos qué buscar en él que ya sabíamos,
Porque el lenguaje será igual y será nuevo.
En todas partes será igual y será nuevo,
Porque lenguaje habrá entre piedras y raíces,
Entre el agua, todos sus estados
y las bocas sedientas de amor cuántico…
Entre poetas y páginas en blanco.
Y habrá lunas bailando como locas.
















LA CARA DEL AMOR

El apocalipsis es
Un beso en la frente del tiempo
Y la boca es palabra de prójimos.
En el fin de los conciertos
Los holocaustos serán de abrazos
Entre pieles de mártires y
Verdugos.
El apocalipsis vendrá a tu tímpano,
Y si fue eco,
Ya no lo será, sino, sonido firme y puro,
Campana en el vientre
De un continente sin horizontes.
La cara del vicio seguirá siendo
La cosa más dura,
Cicatriz de la piedra.
El harmagedón será un día sin brillo
Pero la luz es otra cuando hay fiesta….
E inerme la conciencia aplaudirá a las víctimas
Que sucumban ante todos en un abrazo.
Las puertas se abrirán para los sueños
Que en sí liberarán al que los busque.
Encontrar no será razón de desasosiego
Sino capricho resoluto de la vida,
Ella dispone los segundos sin flagelo
Que fecunda la muerte y sus misterios
En el apocalipsis…
Habrá magia dentro nuestro.
La cara del amor
hará cosquillas en los ojos
Susurros hermosos.
Habrá poesía de nubes y de niños
mientras caminas
de ningún lado a insomnios de alfarería.

















CÍRCul O tElúriCO

Raíz de la luna
O sepulcro fecundo.
Nocturno enrejado
Como sombra me hundo en ti.

Y la paz del silencio
Es mi camino vivo
O la huella sin frontera
Es mi tumba a la deriva.

Erotizado sobre ciclos
Gaseosos de increíble espacio.
¡Amada virgen en la sábana
Nupcial de las estrellas!

Proeza cósmica de ocasos,
Y auroras íntimas y ocasos
En estremecimientos mínimos.
¿Es que la oscuridad es luz del tiempo?



































EN LAS HORAS


En las horas del amor
Las brisas en la memoria
Crecen, barren los dolores
Y la sombra de la historia.

En las horas del amor
Viene el tiempo del poeta
Y fecundos los segundos
Paren flores y planetas.

En las horas de la hora
El amor hace esculturas
De sangre y de infinitos
¡la muerte es hermosura!

En las horas del amor
El hombre se hace lágrima
Y se hace ojos la mujer,
Los hijos se hacen páginas.






















HAbRÁ fieSta

Habrá sombra…
Sombra de humo eclipsando.
Sombra de gigantescos paraguas.
Sombra de noticieros soases,
Y de homicidios y cruces.
Habrá inocencia...
Inocencia con desafíos y prisas.
Inocencias con más angustia que niños.
Inocencia con grandes banderas blancas,
Y será inocente la ciencia.
Habrá traición…
Traidores habrá entre las sangres.
Traición que viene del tiempo.
Traición que negará las verdades,
Y reirá frente a las voces que ardan.
Habrá religión...
Religioso será el que suspire.
La religión habrá de los muertos.
Religiosos verán en Dios lo mismo.
Y habrá fiesta.























treS vERbos y uno

Hay un verbo que es anciano.
Hay un verbo que juega.
Hay un verbo que es mujer.
Y el verbo ha de correr como un arroyo
Y perderse ondulante.
Hay un verbo que explica de si mismo,
Uno que oculta, se protege y no sabe de si mismo,
Uno que es hermoso y que significa por si mismo.
Y el verbo es en el comienzo y en el final
En las alturas y en la oscuridad,
En la garganta y en el olvido
En la caricia del Sol universal
Y en las inmensurables violaciones
En las vaginas del tiempo.
Es el verbo que es y punto
Y, que mientras es,
hay esperanzas.






























la cosTA

La costa de mi ciudad pierde
cada ola un símbolo y varios
de sus signos más leales.

La costa agonizantemente deja
un límite preciso. Desangra
alquitranados gemidos de escombros
de otros vientres.

Los pies saben que está herida
y saben: ya no es milagro.
Gaviotas de pan andan
como repletas de jaula.
Dando bienvenidas de reyes a los restos:
-Bienvenidas, bolsas, tapas, estuches,
botellas sin alma, chancleta pródiga
osamenta conocida, juguete viejo.
-Juan Salvador no enseña más su vuelo
(les comentan bobas de terror
a las despedidas encalladas)

Como las manos que ya no rozan,
con su fraterna gemela
correspondiendo, las sombras borrosas
con cercanías de arenas, así de solos,
los hombres y la costa.
Ya no hay fuerza
de un lado
y ya no hay comicidad, en la otra.

Sucio cuerpo ennegrecido
que se constituye extenso.
Es eso la costa y ahora,
regurgita excesos de vidrios.

¿la vida es una costa,
coincidencia sobre espacio?
¿Una curva sinuosa
entre polvos y costillas
entre constelaciones y sexos?

Y ese olor que hoy delata
el olvido acumulado,
es, en mi,
escepticismo como venganza,
y desmiento todas las huellas,
y sepulto las raíces;
e invento, atardeceres,
y recuerdos de mi madre de arena roja y de mugre,
y suaves olas desfallecientes,
profundas,
sobornables.


























EL ÚltiMO

Miramos por sobre la luz.
Un gran laberinto de oro
brillaba más que el sol
Y era la muerte.


La niebla era una ausencia
de transparencias bellas,
de techos a lo lejos
que negamos al unísono.

¿Quién supo descifrar
si eran continuidad del sueño,
los sonidos sin dueño,
o apéndices de la vigilia?

De bajo de las sombras
asomaron dos hilos de algo santo…
Temblaron las huellas y las letras
y el calor fue tal,
que hubo amor en todo.

Y esperamos en crepuscular
refugio, los inciertos
destinos de la aurora,
Qque usó artilugios de nueva
y líquida luz testimonial.

¿Hubo tiempo, hubo secuencia?
¿No se multiplicó todo
Como sumergido en un lodo de espejos,
y Borges alquímicos ?

Nadie preguntó dónde había lluvia.
Ni donde estaban los humos de la carne,
ni donde estaban los huesos del fracaso
ni las espinas de la tierra, ni el miedo.

El último en llegar, sentimos,
vendrá embriagado en lágrimas y con él
sólo habrá gloria, de una extraña eternidad.





























SalÓn de LOs ESPEJOS

Al salón de los espejos
sólo la palabra entra.
En ese ámbito
de puertas que se enfrentan y
escaleras de cristales y
de pasillos y cubos
de pronto, tan ficcional y puro,
el claroscuro arma siluetas,
y entre las réplicas de réplicas
una luz sólida
impregna de mundos las manos
y los sueños comienzan
a fluir por detrás
y por delante
como delirios a quienes un aire
nuevo y profundo
da valor de profecía
o de verdades antiguas.




























abiS.mO.S.

Y en un abismo de sal me hundo…
Si eran amargos el silencio y el odio
Y acorralaban el alma en el hueso
Aquí le borran con besos criminales
Hasta los resabios de cielo
Atesorados del sueño.

Soy el alma o la sombra
Lo mismo da; soy el muerto¡
Caigo en la gota del mal
Que gota a gota absorbí, creyendo.

Es terrible ser libre y negarle
A lo innombrable eso mismo.
Y es terrible ahora que
Tengo los ojos secos y llena
La lengua de cenizas y a lo innombrable
Eso mismo le ruego.

Y en un inmenso abismo de sal
Me he hundido.
Y estoy tan sólo como lo he estado;
Tan completo y desierto…
Jamás lo imaginé en mi vida de fronteras
De pie y de frente a mi espejo de babas
Altivo y lúcido derribando círculos
Como un ferviente verdugo
Levantando el puño en sangre.

Y hay otros muertos
(porque somos los muertos
Los aceites del odio)
Que se chorrean
Como el sediento vacío,
Por mi garganta suicida.

























EL RATÓN Y LOS RATONES

En las profundidades del odio
La virtud,
Es una estrella indistinta en la terca noche.
Cuando la sombra es más perfecta que la forma
La contemplación,
Es una laguna traicionada por sus huéspedes.
Por los envilecidos tropos del subsuelo
La humildad
Es un desagüe de arsénico en la memoria.
En los intestinales laberintos del suicidio,
El agradecimiento;
Es un círculo de colmillos, venenos y colmillos,
Que crecen y decrecen entre enfurecidas venas.
Ante innumerables trampas
El amor,
Ha sido el roedor menos audaz;
Hasta ha sido capaz
De enviar aquel ratón
Derecho al sacrificio en total paz.































CUARENTA DÍAS
Fueron cuarenta noches
Fueron cuarenta.
Un diálogo de miedo y sed
Fueron cuarenta.
Cenizas de luces ciegas
Fueron cuarenta.
De un hilo el Tiempo o el tiempo
Fueron cuarenta.
De pie y frente anochecidos
Fueron cuarenta.
Quien profesa odio alumbraba,
Fueron cuarenta.
El eco inventó palabras
Fueron cuarenta.
El amor soñaba roles
Fueron cuarenta.
Sepulcros de rabia y frío
Fueron cuarenta.
Y hubo risas y hubo gritos.
Fueron cuarenta días.
Fueron cuarenta noches,
¿vestía el cuerpo o era escarcha?
Fueron cuarenta
¿deliraba, florecía?
Fueron cuarenta
¿la rosa era bella entonces?
Fueron cuarenta
¿la mujer gemía de entregas?
Fueron cuarenta
Que otoño tan lleno de hojas
Fueron cuarenta
¿fue luna aquello aquel día?
Fueron cuarenta
¡fue el sol radiante que ardía!
Fueron cuarenta
Tierra viva y sangre azul.
Fueron cuarenta noches
Fueron cuarenta días
Fueron cuarenta




























BIOLOGÍAS

Y enfurecidos recordaron las horcas
Los calvarios,
Las cadenas,
La traición como una grieta en el sueño,
Los sótanos repletos de niños
Y sus ataúdes.
Y el sacrificio fue llenarse de azaleas,
Fue privarse del olor en primavera
Fue fecundar, producir el nuevo amor
Con sangre, sudores y lágrimas viejas.
Fue morir de muerte pura,
Sintiendo
Sus inviernos,
Sus hierros y sus llagas…
La prisión como una cuna en el odio.
Buscaron la eternidad,
Como una biología de etéricos organismos
Y de triángulos invisibles.
Y fueron humildes,
Frente a sus tiempos.





























COMO DIOS NOS TRAJO AL MUNDO

Ángeles o palomas plateadas
Bandadas, entonces, de formas del cielo,
Que no serán ajenas
Y que estremecerán,
Que despertarán delirios frenéticos
Con cuerpos de lágrimas y destellos de almas.
Brillos múltiples fulgurarán obstinados.
Multitudes,
Aplausos amándose en el aire
Y los metales de ancestros de otro dios,
Deshilvanarán la luna,
Y la naturaleza, nacerá imponente,
Como lo ha sido siempre
Tras su muro de savia y roca y resistencia.
Descubrirán
Las vicisitudes en que el mundo
Ha hecho sus cálculos,
Sus alianzas
Sus memorias.
Y el Perdón tendrá al fin vientre,
Y será lluvia sobre lo hecho,
Lo deshecho;
Y lo increado.
























PLEGARIA POR PLUTÓN

tu
sombrero del cosmos
ardilla del subconsciente
pañuelo inmaculado del frío
que estiras los dientes
tras el amparo de tus crías pródigas
que quedas molido
el día de descanso
el día bajo el sol en la obra
el día bajo lluvia del sereno
el día bajo tierra del muerto
y la noche llena de viento
de los vigilantes del sueño y los deseos
te invito a peder toda esperanza
a que juntes tus redes ahora
porque los hombres del espacio
los mensajeros de las buenas nuevas
ya no nos comen,
sino que están a la orden del día
para lo que precisamos,
te recomiendo a plutón
planeta diminuto del que pocos hablan
acuérdate de mi en la hora décima
cuando la empanada de la luna
deje caer su relleno
de plata y sangre y uvas pasas
acuérdate que yo te dije
que en plutón no pasa nunca nada

































POEMAS APÓCRIFOS

la oscuridad de los mesías

todos los mesías
tuvieron una noche larga
en la hora última sobornaron
al ángel que en vigilia bien paga
dormía a la entrada del mesón
el mesías más viejo
entró primero y arremetió con las sirvientas
las correteó entre las mesas
y las dejó dormidas y les regaló flores nunca vistas
el segundo mesías más viejo
que era azulado y bailaba como mono
enseñó el valor del asesinato
a lo feligreses ebrios
dando saltos y hablando agudo
del cielo como de una cárcel
con caballeros de fuego y piedras vaporosas
el otro mesías siguiendo en años
estaba gordo
era un carro lleno de contrabando,
y enseñó a los feligreses flacos
a hartar los impulsos hasta despreciarlos
a disfrutar la materia
primero adorándola
segundo acompañándola más allá de la putrefacción
tercero desdeñándola
para fortalecer los vínculos
con la liviandad del pensamiento
el más joven de todos entró último
pero fue el primero y el más viejo
llamó a todos a una mesa
e hizo pases mágicos y habló de dios
peste en parábolas
aunque el sentido fue otro
llenó las ánforas de vino agrio
colérico asesinó a los feligreses ebrios y a los flacos
y con ellos hizo un banquete escaso
que apenas dio para él y el gordo
entonces le preguntaron los otros mesías:
oye mesías joven ¿qué te pasa?
el mezáis más joven reaccionó
y después de una pausa corta agregó:
estoy cansado
vine aquí con ganas de trabajar y de enseñar mi canto
pero apenas puedo echarme a dormir
sobre el bajo
a la sombra de una planta de mostaza
vine a este pueblo a lucir mis ropas de nubes
y apenas puedo dejarme caer al borde de este chiquero
entonces los otros mesías entendieron
que era mejor sacarlo de allí
para eso inventaron su muerte
en las alturas de un montecito
atado a dos palos en cruz
y gritaron su nombre
todas las noches y todos los días
durante tres años













modelación de los hombres



al hombre lo hicieron con cuerpo
para que el dolor sea su amo
en el principio
la idea del hombre era vaga
y el hombre era vago
con los milenios,
le fueron amando
y temiendo
y el hombre fue amoroso
y temible
al hombre lo hicieron en salas alquímicas
con tierra greda, destiladores y conciencia
se movía lento en el Edén de vidrio
cuando consumió hongos
y consumió mezcal
y supo el infinito de cosas
que hay en él
lo dejaron fuera del vivero gigante
(porque dios y sus tripulantes
quedaron anonadados)
allá afuera
avivado del juego en el que estaba
se vio los ovarios y las manos
observó la luz
el trayecto de sombra del día
y cómo todo iba quedando
y comprendió someramente la memoria
adoptó la postergación
y la urgencia
se multiplicó gota a gota
porque el dolor era su amo

mientras tanto
en el iglú volador de los elohim
clausuraron la entrada para el hombre
que florecía
que abría unos ojos nuevos
como flores en su palabra
aún así
lo siguieron instruyendo
por un dejo de pertenencia
de curiosidad o simpatía
lo guiaron hasta un lugar del espíritu
que ellos no accedían
quisieron ablandarle el camino
pero el hombre tenía reservado el error
desde el inicio
y el error era para todos
y mientras más cerca
a la redención de su historia
más se abismaba
en la oscura noche
en la selva oscura
en la perversidad que nos encanta

los germinadores
aquellos trabajadores de la vida
resolvieron seguir en otros mundos
en los siete otros mundos
con otras siete razas de hombres
que no habían todavía
consumido la marihuana de los dioses





































MEmoRiA

La Memoria humana acumuló los restos
Que no fueron ni el Hombre ni sus inclemencias.
Frente a ese fracaso emprendió otros retos:
Ser en el Ser que siente e ignora otra ciencia.

Recurrió al inmenso mundo de lo incierto
Trémula, ínfima (eso hizo a la diferencia).
Vio al tiempo y su red; retornó a la Conciencia.
De lo oscuro hubo luz, del olvido lo cierto.

Logró descifrar del albedrío la esencia
Sin indagar. Como un sol, tuvo paciencia.
E influenciada por tal plenitud un viento
Atemporal le unció futuros eventos.

-¿Seguiré siendo Memoria al saber esto?-
Algo hondo le dio su consentimiento.
Desde entonces navega con licencia
Entre espejos azules y trasparencias.































MÍNIMO

Se inundó, la paz,
La arena, sangró,
Un caudal, tenaz,
Rojo nos, amó.

En cada célula sonaba el mítico
Gran motor cósmico, al ritmo oceánico
Y se ondulaban en certeras órbitas
Súplicas secas que encadena el nombre.

¡Nunca, hubo tal cielo gris! Nunca
Un cuerpo jamás fue tan frágil
Miles de almas nadando hasta Dios
Agua, sólo agua y a cuantos arreó.





















SONIDOS

Música nueva y perfecta hubo en la tierra
Música de arpas y coros de otro cielo
Lágrimas rítmicas dimos con fe, al viento…
Nostálgico músico que sueña sus huellas.


Cruces o risas, sombra o claridad,
Hubo más de vida que de ilusión.
Vibró la verdad ¡y cuánta armonía ¡
Fue su voluntad, ser canción de amor.

Entre estruendos fue
Cuando el Clarín
Sonó y se enervó
mi alma, y se abrió
como un sol de abril
mi sueño y canté!





































PESCADORES


Lector seremos destino,
pescadores de tacto filoso,
multiplicando vaporosos peces
de las bibliotecas.
Y así como creamos
fenómenos del polvo,
agrupamos en torno a nuestro fuego
ríos de ideas
y paisajes de beatas magnitudes
pescadores del tiempo que atestigua
caudales de formas, desde un cómodo
sillón de terciopelo,
no seremos más perfectos que aquel soplo
pero somos aliento
reinando otros rincones,
liberando posibles
otros universos.





















EL POEMA

El poema viene
del sueño detenido
de unos crucigramas seniles
o más que los soplos de vida.
El poema cruza vacíos
y se deslinde por silencios
de un silencio aún más
longevo y conciso
que el de las cosas más sabidas.

























coLUmNAS de cielo

a veces creo
que me derrumbaré en soledad
sobre la noche sorda
que viene
de un día indomable
y piso grave
pesado lento
sobre la noche muda que aguarda
y llego a las horas
en escombros
que caen del miedo
pero una ojeada
simple y casual
al cielo lleno
de lo que sea:
de luna de ceniza
o nubes de miel y óxido
de sol de cobre;
inyecta la sangre
antigua que lleva
siempre a creer cualquier cosa

y creo entonces y recuerdo
como el cielo es cielo
por si mismo y por mis ojos
(sobre la noche muda)
así amparado
no me derrumbaré
porque soy fuego
cimiento celestial
entonces creo
que soy el dios,
arquetipo cósmico que se proclama
en multitudes
sobre sótanos y bocas frescas
y piso suave
traslúcido inquieto…

pero se derrumba el dios
que es mi voluntad mi todo
y creo que
sobre la noche sorda
me derrumbaré en soledad
a veces creo
que me derrumbaré
sobre las noches
que vienen



















pOTreRO de DIOS

La Puerta es para quien quiera
O para quien pueda cruzar.
Torpes rengos han de acusar
Al que a su magia asistiera.

La sombra, o la cromática luz.
Verá una, el que vea sombra;
Verá otra, el que se asombra
De la vida en plenitud.

En la mañana los gallos
En su éxtasis de aurora
Afirmarán por tres la hora
De la hora de los rayos.

Y los pedros temerosos,
Con fe ciega y amor sordo,
Negarán por tres al tordo
Universal que trae gozos.

Y otra vez pasará todo:
El odio, el milagro, la cruz;
La verdad pasará por sus
Manos de pan y de oro.

Pero insisto: vea quien puede.
La eterna y veraz Historia
O el fin del mundo sin gloria.
Bese la Puerta, quien quede…





























ALIANZAS
“Al ver dios que la luz era buena la separó de la oscuridad…”
(Génesis 1-4)

Y vida es la palabra
Menos cruel de todas,
(el secreto
mejor guardado del día.)
No te muerdas el alma
frente a ilusiones de tiempo
porque así es la sangre
y así es el verbo.
Ni delante de dios
ni de sus órbitas
ni ante vos
en desnudos espejos,
barrerás un hálito de sombra
delirante de sus pensamientos.
Se empedrarán las luces
antes de que la vida
la palabra vida
haga otro pacto
con tus huesos.

























EXTRAÑO EN MÍ

Estoy extraño.
Tengo el dolor
como aleteando
moribundo,
y la luz,
enrieda
pesares y fragancias;
enflaquecida,
traslúcida
entre habitaciones vacías
y lejanías mayores.

Así de extraño.
Veo nacer la letra
y veo morir en hojas
y veo teñido el suelo
de criptogramas barrosos.
Y siento;
aara acostumbrar al frío
y al delirio
a ser pudorosos
frente a las nadas inquietas.
E improviso
lechos de principios
a recortes de mí
y días sueltos.
Y sigo extraño.
Una ingrata temporada
transcurre
en este cúmulo de sombras,
de cruces,
mi forma.




















SOLEDADES

En una soledad de bocas que no besan
el vidrio blanco vierte desde rabiosa altura
lo profundo de la raza, lo perfecto de la especie,
el sencillo amanecer del gen en la pupila.
El imposible mundo arquetipo de este mundo.
Como en un sueño de ciegos, la ironía,
es la reinante identidad del verso y la vigilia.
Es en una soledad de espectros que andan sueltos
sueltos de ropa, sueltos de vida, muertos
que el inmenso y lácteo lente inmaculado
abre abismos como flores cerca nuestro:
entre las manos hay pasillos de colores
entre tus huellas hay racimos, pan y peces.
Es la soledad el sol y la edad de los creadores
que germinan sus lágrimas en peores soledades.








































VEdado

Hay un sitio sagrado al que no accedo
Un lugar vedado, un recinto inmortal
Que explorar no debo. Su abierto portal
Impone el alto a mis pies y al deseo.

Quiero pasar, no puedo ¿Busco o temo a la verdad?
Mi ansiedad me aleja del absorto mausoleo,
Sueño los pilares, los vitrales… sueño ajeno.
Con ilusiones, con miedo ¿cuál es mi voluntad?

Tampoco es este el Poema Total que al misterio
Que inquieta mi noche y mi pulso, descubra,
Desolado por símiles versos retorno a mi carne.

Imponente el enigma de hielo, sin saciarme,
Cerciora que es viejo y sabe de luz y de tumba,
De poetas ciegos, porque es cercano su imperio.































DOCE ANCIANOS

Doce aguas que son seres
Blancos, porque no conozco
Otro término más blanco,
Son testigos del Amor.

En una tierra de amatistas
Glaciares, tierra y humildad,
Y más nuestros que la vida
Están entretejiendo infancias.

Custodiando (y dando mientras
Bautismales manantiales
De viejas sensibilidades)
Nuestros cofres, nuestras llaves,

Nuestros naturales libros
Nuestro organizado y libre
Albedrío que se crea
En cada verso y es creado.

Son doce que multiplican
La digna posibilidad
De entender por doce el Plan
Que encauza nuestros destinos.

Más ancianos que la idea
De la Historia o la Poesía
Más lejanos que el lenguaje
De las evocadas formas.

Más sublimes que el finito
Juego que nos glorifica.
Están aquí, son doce y laten
Con igual sangre infinita.





























El sol verá mi muerte,
(esa intención repetida,
un principio de incendio).
Y después mi vuelta
al silencio de ángeles.
Mi precoz nacimiento de pájaro.
Cientos a la vez
y acaso,
también, el Gran Nido vacío,
satisfecho de soles.
Pero sólo una vez
en el tiempo
de las muertes relucientes,
cuando yo ya sea sólo,
otra intención, pronta a otra vida.



















descúbreme si puedes
entre escombros y
ruinas de tu vientre
entre huellas
cadáveres y sombras
detrás del pasado
enmudecido
de ironía
como hijo bastardo
del presente


















Nota del autor

A través de estas obras reconforté mi necesidad imperiosa de, por un lado, crear poesía pura, medida o no, oscura o no , o no; y contemplar el presente, interpretar el pasado, tematizar el futuro, el futuro final, el tiempo, lo tiempos que tanto ocupan mis meditaciones diarias, mis charlas y creaciones, así como parodiar textos sagrados para muchos pero no con una intención degradadora, sino reinterpretarlos con una visión nueva complementando en muchos casos una información no oficial, no canónica y por eso es justo tratarla. Los temas religiosos son religiosos y como tal son del hombre en su relación con su perseverante necesidad de lo sagrado, yo juego con ello y lo revindico.
El lenguaje que he utilizado ha sido el que más me ha satisfecho en el momento enunciativo, no me he privado de decir nada en un instante, y por el otro (por un verso medido y remedido) me he anquilosado porque así lo quise.
En poemas como “Sonido”, “Mínimo”, he creado un verso que se ajusta a la clave del candombe. Unos se adecuan a la clave, otros al golpe rítmico del chico, otros al piano, o al repique. Recomiendo una lectura sensible e intuitiva y esto para todos los textos, y siempre primera, luego una conceptual y posteriormente una musical descifrando los códigos rítmicos en cada estrofa.
En la mayoría de los poemas he creado un título con cambios tipográficos. Debo confesar que hay uno que es el natural, que emana del propio texto, el segundo diferenciado por mayúsculas es optativo y nace a partir de las posibilidades ofrecidas por el uno y en consonancia irregular con algo del trabajo que le continúa. Puede ser gustoso acompañarlo hacia la idea.
En fin, es una obra que me llena, que me ha venido llenando y seguro me dará más, cuantos más ojos trascurran con ella y más generaciones le den marcha.
Como equivocadamente dijo Aristóteles al explicar lo que es el principio: nada lo antecede. Todo nació a partir del objetivo de una obra íntegra que trate un tema único y sus no agotadas tangentes. PrOfESIAs que a veces son mías, que a veces son regionales, que siempre son poéticamente sinceras; plegarias a un dios ardilla del subconciente mitos que rozan lo clásico y lo caricaturesco.
He pensado en todo lo que he podido pensar, porque no rigió la razón este trabajo, y no fue trabajo, sino placer tortuoso que gobernado por la sensibilidad y la imaginación dio frutos que como sueños cayeron en las palabras que son los moldes más sabrosos, de la inteligencia humana.
Agradezco infinitamente a la fuerza que nos dejó libres en este escenario atemporal, a mis hermanos, a mis amigos, a los lectores intrépidos y a los no tanto, a Mónica y nuestra unión …